Uno de los alimentos que más nos representa a nivel internacional en España es el jamón. En Carnicería Félix Gonzalo ofrecemos a nuestros clientes múltiples opciones para disfrutar del mejor jamón, tanto serrano como ibérico. Una vez comprado, entre las dudas más frecuentes está saber cómo emplatar el jamón. Por eso, hemos creado este post, donde explicamos diferentes trucos para un emplatado perfecto.

Consejos sobre cómo emplatar el jamón

Existen diferentes aspectos a los que se debe prestar atención a la hora de emplatar el jamón.

Cuidado con las temperaturas

Primeramente, está la temperatura del jamón, que deberá ser temperatura ambiente, es decir, alrededor de los 21-23 ºC. Este punto es importante y atiende a diferentes razones. Por un lado, si el jamón está recién sacado de la nevera será más difícil de manipular. Por otro lado, cuando el jamón está a esa temperatura, comienza a sudar. Es el momento en el que la grasa se vuelve más untuosa y el jamón desprende sus inconfundibles aromas.

En segundo lugar, la temperatura del plato es también importante. El plato debe estar templado, pero sin llegar a estar caliente, puesto que se corre el riesgo de que la grasa se funda por completo. Pero tampoco frío, ya que se manipularía peor y enfriaría también el jamón.

Elegir el plato perfecto

Otro aspecto fundamental es el tipo de plato escogido, es el lienzo donde se expondrá el jamón. Aunque se ven emplatados sobre platos de color o con mucho dibujo, lo que se busca es que el jamón sea el único protagonista. Por tal motivo, lo mejor es utilizar un plato blanco y plano, sin dibujos ni relieves.

Además, el tamaño del plato también es relevante. Teniendo en cuenta que el tamaño medio de la ración está entre los 80 y los 100 gramos aproximadamente, lo ideal sería un plato que tenga entre 30 y 33 centímetros de diámetro.

Loncha ideal

Entre los consejos que no pueden faltar sobre cómo emplatar el jamón está la forma de las lonchas. El refrán de burro grande, ande o no ande no es válido en este caso.

Se considera que la loncha de jamón ideal debe ser muy fina, prácticamente translúcida y con una longitud de entre 4 y 5 centímetros. Debe presentarse con grasa y mantener la anchura de la zona de corte. De esta manera, la loncha de jamón parece fundirse al contacto con el calor de la boca, provocando sensaciones únicas.

Cómo emplatar el jamón de manera artística

Está claro que nadie nace aprendido y que la práctica hace al maestro. Por tal motivo, salvo e  el caso de las personas muy creativas, es normal que al principio los emplatados sean sencillos.

Lo habitual es comenzar con una sola capa de jamón, o con capas superpuestas comenzando desde el exterior del plato hacia adentro. Un buen truco es orientar la grasa de la loncha hacia el interior. De este modo, quedará la carne hacia afuera y será más fácil tomar cada loncha.

Finalmente, es importante no manipular mucho las lonchas y, a ser posible, utilizar una pinza para colocarlas en el plato.