La carne de pollo es una de las favoritas de los españoles. Además de tener un sabor muy suave, que gusta a todo el mundo, su gran versatilidad permite emplearlo en infinitas elaboraciones. Hoy desde Carnicería Félix Gonzalo explicamos una serie de consejos para conseguir el pollo al horno perfecto.

Trucos para conseguir un pollo al horno perfecto

Escoger el pollo ideal

Como sucede en todas las recetas, es importante partir siempre de la mejor materia prima. En nuestra tienda ofrecemos a nuestros clientes las mejores alternativas para comprar un pollo entero.

Contamos con el pollo entero fresco extrapollo fresco certificadopollo de corral pollo ecológico. Cualquiera de ellos son perfectos para prepararlos enteros al horno.

El tamaño ideal de un pollo que va a cocinarse asado debería oscilar entre los 1.200 y los 1.400 gramos aproximadamente. Es un tamaño medio que permite una cocción más uniforme.

Poner a punto el pollo

Al comprar el pollo es importante explicar al carnicero que es para asar. Lo ideal es que pudieran eviscerarlo y retirar posibles plumas que presente el pollo. Si no, se puede hacer en casa con paciencia.

Una vez en casa, mientras se preparan el resto de ingredientes de la receta, se debe sacar el pollo de la nevera para que se atempere. De esta manera, si alcanza la temperatura ambiente, el cocinado será más uniforme.

En caso de que la receta requiera un adobo, éste se puede poner desde el momento en que se saque para atemperar. Así irá tomando ya todos los sabores.

Existen muchísimos tipos de adobo, que utilizan una grasa como base y luego los aderezos elegidos. Entre ellos, suelen estar presentes las hierbas aromáticas y las especias.

Para quienes prefieren un sabor más purista, sin muchas alteraciones, bastará con salpimentar el pollo y embadurnarlo con aceite de oliva o una manteca de cerdo.

También se debe salpimentar por dentro y, si se quiere, se puede añadir un par de limones, unos dientes de ajo y una hoja de laurel en su interior.

En caso de preparar un relleno más elaborado, que lleve carne picada, ésta debe estar cocinada o semi-cocinada. Si se introduce cruda, se corre el riesgo de que no se cocine bien.

Una vez rellenado, es conveniente coserlo y bridarlo.

Hora del cocinado del pollo al horno perfecto

Tras todos los preparativos previos, queda el paso definitivo para conseguir el pollo al horno perfecto: el cocinado.

Es el momento de calentar el horno, en este caso a 180ºC.

Algunos hornos tienen la función de pollo asado, incluyendo un pincho en el que se puede ensartar y va girando durante la cocción, como en las pollerías.  Sin embargo, no es tan habitual, por lo que hay que recurrir a ciertos trucos.

En lugar de colocar el pollo tal cual sobre la bandeja del horno, es mejor emplear un recipiente apto para horno, que se pueda colocar inclinado sobre la bandeja.

De este modo, los jugos que vaya soltando el pollo durante el cocinado escurren y no dejan continuamente mojada la carne. Esto permite además recoger mejor el caldo para ir remojando el pollo.

Si esta opción se complica, se puede colocar sobre la rejilla del horno, dejando la bandeja debajo para recoger los jugos.

El pollo debe colocarse con la pechuga hacia abajo, ya que es la parte más magra del pollo.

El tiempo de cocinado para el pollo al horno perfecto será de aproximadamente 90 minutos. Durante la primera hora, se coloca en el horno con calor arriba y abajo y ventilador.

Transcurrido el tiempo, se da la vuelta al pollo, exponiendo la zona de la pechuga y se riega con el caldo que va soltando. Se deja otros 30 minutos más aproximadamente (cada horno es un mundo).

Cuando esté listo, se esperan unos minutos para que se distribuyan los jugos, se sirve y se disfruta.